Cuando una delegación del Gobierno británico asistió a la reapertura de los campos de concentración en Alemania, algunos miembros contaron que lo que habían visto y sentido era tan terrible que no tenían palabras para expresarlo. Sólo Dylan Thomas dijo: “Deberían enviar poetas”.
Lo de ayer no tiene nombre y costará mucho tiempo encontrar las palabras exactas para definirlo. Lo que sí sabemos es:
-Que ayer fue París, pero antes de ayer fue Beirut y mañana será Bagdad. Ésto no es La Guerra de Los Mundos, no es una película de dos bandos ni de efectos especiales, no es Occidente contra Oriente. Los que hoy utilizan a niñas kamikaze habrían metido a familias enteras en hornos humanos. Es fascismo islámico, pero fascismo.
-Estados Unidos y Europa tienen que replantearse si seguir amparando los crímenes contra la Humanidad cometidos por Israel, permitiendo que el ISIS lo use para legitimarse. Estados Unidos y Europa tienen que replantearse si seguir apuntalando dictaduras laicas (como si el adjetivo cambiara gran cosa). De todo eso tiene la culpa Occidente. Pero ni Estados Unidos ni Europa tienen la culpa de que unos locos reivindiquen un Califato extinguido hace más de 500 años del mismo modo que no tenían la culpa cuando Hitler se expandía por Austria escudándose en su “espacio vital”. Masoquismo sí, pero con límites.
-El periodista Ramón Lobo contaba que cuando él estaba en Afganistán, siempre le sorprendía que todos los niños querían ser médicos. Cuando preguntó por qué, le dijeron: “Porque es lo que aquí falta”. Sobran las armas y sobran los soldados que llevamos, faltan los médicos, los profesores y los libros que no llevamos.
“Français, en guerriers magnanimes
Portez ou retenez vos coups !
Épargnez ces tristes victimes
À regret s’armant contre nous.[…]
Liberté, Liberté chérie,
Combats avec tes défenseurs !”